martes, 11 de septiembre de 2012

We Can't Dance (1991)

Hola a todos de nuevo!

Hoy vengo a analizar, siempre a mi manera, el álbum We Can't Dance. Fue lanzado al público en 1991, siendo el primero de ellos en hacerse directamente sobre Compact Disc. El disco lo compré en Amazon.es por 12,99 EUR, gastos de envío gratis y envío urgente por ser suscriptor premium de esta página. La edición que he adquirido es la remasterización de 2007. Es la primera vez que Genesis espacia cinco años entre dos álbumes consecutivos (Invisible Touch (1986) era el anterior trabajo del grupo).

El álbum está compuesto de doce pistas. Lo primero que me ha llamado la atención es que el sonido es muy diferente al escuchado en Invisible Touch. Por fin abandonan la batería electrónica (sintetizada) en favor de una batería acústica con gran reverberación. En lo personal esto es una de las cosas que más me agradan del álbum. 

La pista de apertura, y una de las mejores a mi parecer, es No Son Of Mine. La letra trata sobre la violencia en la familia visto desde la perspectiva de un hijo/a que vive con sus padres y éstos se pelean con frecuencia. Cuando el hijo empieza a tener miedo de qué se encontrará al llegar a casa y cansado de tener que escuchar las peleas de sus padres, decide irse de allí. Después de reconsiderar su marcha, decide volver, y es entonces cuando su padre le reprende gravemente diciendo "¡No eres hijo mío!, ¡No eres hijo mío!, ¡Te fuiste y nos dejaste atrás!", que coincide con el estribillo de la pista. El hijo, apenado, le dice que él vino por él (su padre) y que vino a ayudar. Su padre le reprende una y otra vez que se fuera de casa. Personalmente opino que es una de las letras más fuertes y consistentes que Genesis ha creado para una canción de temática dramática, junto con otras de este mismo álbum. La melodía acompaña muchísimo en la transmisión de esta sensación. La pista comienza con el tick tack de un reloj clásico que, sin añadir nada más, ya crea una atmósfera de tensión e incertidumbre. Tras esto, se une una guitarra distorsionada, otra guitarra que marca rigurosamente el ritmo y unos strings de fondo, que otorgan esa atmósfera tan característica. Pronto se une la voz de Collins, sin efecto más allá de una reverberación tan magnífica como necesaria. En 1:05, se sustituye la guitarra rítmica por una potente batería acústica muy reverberada que marca con extrema implacabilidad el ritmo, como si fuese un paso militar. El estribillo llega en 1:42, cuando el chico vuelve a casa y su padre le reprende fuertemente. En 2:28 hay una intervención del sintetizador de Banks, que pone la firma a esta obra de arte. El esquema se repite hasta alcanzar una coda fuerte, nada usual hasta ahora, donde se unen una guitarra eléctrica, una batería gloriosa y una voz que transmite perfectamente lo que pretende. Una canción cinco estrellas sin lugar a dudas.

Jesus He Knows Me es la segunda pista. Cambiado brúscamente la temática, pasamos de un drama a una sátira sobre los predicadores modernos que ofrecían la salvación -entre otras muchas cosas- a cambio de sumas de dinero. La canción tiene un ritmo rápido bien marcado por la batería y, aunque la composición es muy simple, no se hace pesada de escuchar. El estribillo se repite varias veces hasta llegar a una coda con fade out incluido al final de la misma. La pista dura 4 minutos y 16 segundos, no haciéndose pesada de escuchar, al menos a mi entender, debido al ritmo ágil que adquiere desde el inicio.

En la tercera pista encontramos otro giro de temática, en este caso un homenaje a modo de denuncia social. Driving The Last Spike es, a mi entender, una obra maestra a la altura de The Cinema Show o de One For The Vine aunque la temática no es de tipo fantástico ni celestial, sino de realismo social. La pista tiene un carácter progresivo al 100% y, con 10:08 de duración, es la segunda más larga justo por detrás de la última. La obra comienza con unos acordes de guitarra distorsionada acompañada sutil y suavemente por unos strings perfectamente manejados por Banks. Pronto el bajo de Mike los acompaña a ambos para, finalmente, comenzar la parte vocal de Collins en un tono triste y solemne. La letra comienza contando la historia de las víctimas que perecieron durante la construcción de los ferrocarriles en Inglaterra a principios del siglo XIX, visto desde el punto de vista de un padre que se aparta de su familia para trabajar en la construcción de estas líneas de ferrocarriles. La historia sigue contando las duras condiciones en que los trabajadores hacían su labor y de cómo los accidentes -supuestamente imposibles- sesgaban sus vidas. En 1:27 encontramos una sección con un breve solo de órgano que pronto cobrará mucho protagonismo, pues se repite de nuevo más tarde. En 2:31 entra la batería acústica reverberada (exactamente del mismo tipo que la que escuchamos en No Son Of Mine) para sustituir a la electrónica, en este momento la guitarra comienza a tomar un mayor protagonismo, aunque sutil. Ya en 4:00, escuchamos un breve puente para volver al solo de órgano anteriormente comentado, esta vez acompañado por la batería. En 5:34 se produce una transición encabezada por las guitarras para dar paso, en 5:53, a un cambio de ritmo (del mismo tipo que el que transicionaba Dodo/Lurker). Este cambio de  ritmo tiene un mayor aplomo y constancia, que lleva a la pista a ganar fuerza en su envite final. Para mí, el éxtasis llega en 7:11, justo cuando tanto la letra como la música se unen para crear un sentimiento inigualable. El éxtasis se repite de nuevo en 8:22 para dar paso al mismo solo de órgano (puente de guitarra mediante) acompañado de la batería con una nota a contratiempo. La pista carece de coda, terminando en 10:08 de una manera magistral. En mi opinión es una de las mejores pistas que Genesis ha compuesto hasta el momento, tanto por la letra como por la composición.

Tras esta maravilla, pasamos a la cuarta pista titulada I Can't Dance. Es una pista que tuvo mucha repercusión mediática y gozó de gran popularidad. Comienza con una base de guitarra al más puro estilo rock and roll. El ritmo se mantiene constante durante toda la pista, de principio a fin. En 2:46 entra la batería reverberada para acompañar. Una cosa que me llama enormemente la atención es la ausencia casi total del sintetizador de Banks y del bajo de Rutherford, muy discretos en toda la pista. En mi opinión es una pista totalmente intrascendente en comparación con otras, tanto de este álbum como de otros anteriores.

Never A Time es la quinta pista. Con una duración de 3:50 es la más corta del álbum. Se trata de una balada romántica en toda regla, tanto de composición como de letra. El ritmo es constante y está marcado por la batería y el bajo. La interpretación vocal de Collins en esta pista me parece muy reseñable, se le nota muy a gusto en el registro que interpreta. Por lo demás no me resulta una pista trascendente. Es bonita, pero hay pistas de Wind & Wuthering o de ...And Then There Were Three... que evocan mucha más melancolía otoñal (aunque no amorosa, que es de lo que trata esta pista). 

Dreaming While You Sleep es la sexta pista del álbum. La pista comienza con unas notas de batería electrónica acompañada de un buen uso del sintetizador de Banks y la guitarra de Mike. En 00:56 entra la voz de Collins para comenzar con la parte melódica. En esta pista noto cómo Phil se encuentra muy agusto en el registro vocal que utiliza, especialmente a partir de 02:47, cuando entra el estribillo acompañado de la batería acústica reverberada, sello de este álbum con diferencia. En 3:37 la batería acústica se retira para dar paso a una sección instrumental, similar a la inicial, que se extiende hasta 4:39, donde nuevamente comienza un verso y, ya en 5:36 el último estribillo que se extiende a modo de coda hasta el final de la pista. Dreaming While You Sleep es una pista que me gusta bastante, ya que el efecto conseguido con la batería acústica le da una fuerza que aplasta a todo mal sentimiento. Además, con 7 minutos y 16 segundos de duración, es una pista que recuerda a trabajos anteriores de Genesis.

La séptima pista es Tell Me Why. De algún modo tiene un sonido muy característico de otras canciones de Phil Collins como It's In Your Eyes. Se trata de una canción muy simple en su composición y, en mi opinión, muy intrascendente tanto dentro del álbum como en la discografía completa de Genesis. Me transmite la sensación de estar rellenando un espacio que de otra forma estaría vacante. La pista dura casi 5 minutos, nada breve, pero no lleva a desplegar una personalidad única como otras pistas de esa duración. Este es un aspecto que noto en We Can't Dance. Creo que el álbum sería mejor si fuese más corto.

La cosa cambia con Living Forever. La pista comienza con una breve introducción musical formada por sintetizadores y guitarra eléctrica con overdrive. En 00:22 entra la voz de Collins para dar forma a una melodía con cierto dramatismo y con un buen uso de los coros. En 1:53 comienza un breve puente vocal que nos lleva hasta 2:15 donde se repite nuevamente el esquema de la pista. Cabe destacar el uso de la doble voz de Collins durante toda la pista. Este hecho, da un carácter muy distintivo. En 3:03 comienza la parte más progresiva de la pista, pues se produce una pausa marcada por la guitarra rítmica, la batería y el sintetizador de Banks haciendo lo que mejor sabe hacer, un sólo de órgano. En 4:10, el solo alcanza un peldaño más en su particular escala de calidad. Ya en 5:10 vuelve al comienzo de la pista para concluir con un final con una casi inexistente coda. En lo personal, me resulta una pista más sencilla de lo que realmente es para la duración que tiene (en total 5 minutos y 41 segundos).

Hold On My Heart es la novena pista. Es una de las pistas que estaban grabadas en aquella cinta de casette que escuchaba a todas horas cuando era pequeño y que comenté en la primera entrada de este blog. Le tengo, por este motivo, un cariño especial. Recuerdo que de pequeño, como no sabía cómo se llamaba y no existían aplicaciones de identificación de pistas, la llamaba I Will Be There, pues es lo que Collins repite durante cierta sección musical. Recuerdo con claridad el día que mi walkman de Aiwa rompió la cinta y no pude escucharla más. Estaba en la terraza del apartamento cuando pasó. Me marcó hondo, pues hasta la invención de eDonkey y, más tarde, de Spotify no pude saber su nombre y encontrarlas de nuevo. De hecho, hay una canción instrumental, muy bonita, que nunca he llegado a volver a encontrar y que, salvo que esté en Calling All Stations, no es de Genesis. Bueno, a lo que vamos. La pista comienza con unas breves notas de batería acústica para dar paso a una melodía casi celestial, con la batería sintetizada marcando el ritmo. Pronto Collins comienza a cantar, suave, con reverberación pero sin doble interpretación ni backing vocals más allá de algunos momentos puntuales.  En 1:51 comienza mi parte favorita. La guitarra eléctrica se excita para dar paso una interpretación vocal MAGNÍFICA, acompañada de muy bien del resto de instrumentos que hacen de esos segundos algo único. En 3:15 nuevamente se repite el verso para acabar la pista con un fade out. Siempre eché en falta un último I Will Be There todavía más apoteósico, pero imagino que esta balada tranquila no es la apropiada para este tipo de composición. En cualquier caso una pista muy bonita y bien llevada. 

La décima pista es Way Of The World. Comienza con un ritmo rígidamente marcado por la batería, acompañado del sintetizador de Banks y la guitarra de Rutherford. Pronto se une la voz de Collins para ir añadiendo magia al desarrollo de la pista. A partir de 1:15 la batería añade un golpeo extra del snare drum que consigue añadir cierta excitación ante el inminente estribillo. Dicho estribillo llega en 1:32 cuando el ritmo de la batería enfatiza el carácter implacable de esta canción. Durante éste escuchamos voces de coro acompañando a la voz de Collins. En 2:09 vuelve de nuevo a quedar sólo la batería y el bajo para recrear el mismo esquema del inicio. A partir de 2:55 me doy cuenta de lo confiado y a gusto que se siente Collins en esta pista y en We Can't Dance en general. Me maravillo de la evolución de este magnífico cantante desde A Trick Of The Tail hasta este álbum. Ya en 4:08 escuchamos puente a modo de solo del sintetizador de Tony Banks con cierto eco y reverberación. En 4:40 se enlaza con la última interpretación del estribillo que hace concluir la pista mediante un fade out. En general, me resulta una pista agradable de escuchar y me doy cuenta de que es una pista mucho más simple de lo que parece cuando uno presta atención a los pequeños detalles.

Since I Lost You es la undécima pista. En esta pista voy a hacer una parada excepcional, pues es en muchos aspectos algo único hasta ahora en Genesis. Cuando estaban grabando el álbum, tenían una pista con la melodía y el acompañamiento escritos, pero carente de letra. Dado el ritmo melancólico y triste, debía de tratar sobre algún tema que fuese consistente con la composición de la misma. Eric Clapton, guitarrista y muy amigo de Phil Collins, perdió a su hijo Conor en un accidente doméstico en 1991. Cuando Collins se enteró, le escribió la letra y se la dedicó a su amigo Clapton en memoria de su hijo fallecido. Me parece una historia conmovedora en muchos aspectos. Cuando uno escucha Since I Lost You puede pensar que se trata de una balada romántica del montón, pero no trata sobre amor de pareja, sino del amor de una pérdida. Escuchando la pista desde este punto de vista, me parece casi imposible escucharla sin ver caer alguna lágrima, especialmente si uno ha perdido a seres queridos alguna vez. Since I Lost You, aunque simple en su composición musical, transmite todo aquello que pretende en sus nada aparentes 4 minutos y 9 segundos de duración. Una pista 100% recomendable e imprescindible. 

La última pista del álbum, y también la más larga, es Fading Lights. Se trata una pista muy progresiva de eminente y marcado carácter instrumental. Comienza con unas notas de batería electrónica, muy similar a las ya escuchadas en otras pistas de este álbum, junto con unos maravillosos strings que ya nos invitan a llevarnos una imagen perfecta de este álbum. El ritmo es lento y la melodía parece sacada del Cielo. Noto que los minutos pasan y pasan en esta pista y uno no se da ni cuenta. Conseguir eso con un ritmo tan lento y bien cuidado es una toda una obra de arte. En 3:33, sin abandonar la esencia musical, se incorpora la batería reverberada de Collins, junto con una plenitud instrumental que precede a una sección musical, con solo de sintetizador de Banks del cual me quito, una vez más, el sombrero. Escuchando esta pista me doy cuenta de que Genesis nunca ha dejado de ser progresivo. Afirmar eso es una falta de respeto hacia el género y hacia la banda. En mi opinión Fading Lights es diferente a The Cinema Show, lo cual es evidente, pero no en la esencia. Tiene un sonido distinto, más moderno, pero no por ello menos progresivo. En 8:13 volvemos a la melodía inicial, recuperando la parte vocal de Collins, y concluyendo en 10:27 la que será la última pista de estudio interpretada por Phil Collins. Al igual que la parte de Peter Gabriel se me hizo corta, la de Collins se me ha hecho igualmente corta.

Después de haber escuchado múltiples veces este álbum, le pongo mi calificación personal. Ponerlo a la altura de Selling England By The Pound o Wind & Wuthering me parece excesivo, aunque no por mucho. Quizá por ello CUATRO ESTRELLAS es la calificación merecida. Además merecida nota a nota. 

El siguiente álbum es The Way We Walk Volume One: The Shorts. Es un álbum grabado en directo que, en lugar de ser editado en un doble CD, se hicieron dos releases separadas, una que contiene los temas de duración más corta y otra con los de duración más larga. Dado que son álbumes distintos, haré dos entradas separadas.

Nada más que añadir. Si alguien quiere disfrutar escuchando buena música, recomiendo encarecidamente We Can't Dance.

Hasta pronto!






No hay comentarios:

Publicar un comentario